NO ME DIGA QUE NO SE LO ADVERTI

Una frase que ultimamente se ha difundido mucho en Argentina es: "el que avisa no traiciona". Si bien esta idea, esta lejos de ser un rayo explendoroso del intelecto humano, algo hay de cierto en el concepto.Desde hace mucho tiempo nos hemos acostumbrado a la comunicación de advertencias que los fabricantes de productos tales como el cigarrillo, bebidas con contenido de alcohol, suplementos dietarios, etc., hacen en el packaging de los productos y en la publicidad de los mismos. Recordamos algunos ejemplos: “Consuma con moderación”, “si bebe no conduzca”, “el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud”, “consulte a su médico”, “el fumar es perjudicial para la salud”. Etc.Lo mismo ocurre cuando en televisión vemos gente que arriesga su vida para demostrar una habilidad extraordinaria, que lo convierte en un espectáculo para el resto de los mortales. Saltos desde alturas increíbles, exposición al fuego o explosiones, piruetas en bicicleta, motocicleta, automóviles, lucha libre, comer vidrios o clavar clavos con la frente, etc. Siempre el medio que difunde las imágenes advierte con prudencia: “si no es un profesional no intente hacer esto”.No podemos dejar de mencionar la industria farmacéutica, que incluye desde que tenemos memoria, prospectos con indicaciones, precauciones, antidotismos, antagonismos, sobredosificación, contraindicaciones, etc. aun para el profesional de la salud que las receta.De alguna manera nos hemos acostumbrado a consumir con riesgo. Lo único que le pedimos a la industria es que se asegure de comunicarlo de tal forma que con el tiempo puedan decirnos: la responsabilidad es suya NO ME DIGA QUE NO SE LO ADVERTÍ.Si consideramos las organizaciones y las naciones como organismos vivos, cuyos miembros humanos interactúan con una visión y una misión definida, no es descabellado pensar que el capital intelectual de las mismas, debería ser protegido del consumo y las prácticas perjudiciales, para preservar su salud.No hablo de censuras ni de prohibiciones, solo pienso en la honestidad de la advertencia.Las editoriales, como industrias que alimentan el intelecto humano, especialmente en la bibliografía referida al mundo de los negocios y la economía, con un enorme desarrollo durante las últimas 2 décadas, me pregunto si no sería que conveniente, luego de los estrepitosos fracasos comprobados en aquellas compañías que fueron alguna vez utilizadas como modelo exitosos de gestión, con gran difusión en las librerías configurando gran parte del negocio editorial.Por ejemplo: “Advertencia, el exceso de bibliografía de negocios es perjudicial para la salud de su organización”, “sin asistencia profesional no intente esto en su organización”, “no hay tantos Bill Gates ni muchos Kiyosaki, aconséjele a su hijo que estudie”; "Ojo vendemos lo que a Ud. le gusta leer, recuérdelo cuando explote la próxima burbuja".
Advertencia muy importante: “Los Gurus viven de lo que Ud. Cree que ellos saben”.

Daniel Tigani