Padre Rico , Padre Pobre

El libro titulado, Padre rico, padre pobre, ha sido sin dudas un exito editorial. El autor Robert Kiyosaki, vuelca en él su exitosa experiencia en los negocios, a partir de la educacion financiera que recibio del padre de un amigo mujy cercano al que llama su padre rico. A la vez, compara sus consejos con los de su padre pobre real, al que llama padre pobre, y de esta forma explica, desde una visión conservadora, porque la gente que no llega a ser rica. El libro es sin lugar a dudas merecedor de su éxito.

Desde mi humilde posición, me permito hacer una analogía, que descubre mi concepto de éxito, aplicando principios análogos a los de Robert Kiyosaki, pero utilizando como base el libro que lleva más de 2000 años de éxito editorial y que popularmente es conocido como La Biblia.

1) Tenemos la posibilidad de tener un padre que nos aconseje, mucho más rico y sabio que el que tuvo Kiyosaki. Dios es el ser más rico y sabio del universo, dueño absoluto de todo y sin embargo anhela que lo aceptes como Padre, recibiendo y creyendole a Jesucirsto. A esto se refiere este notable párrafo: Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

2) La Biblia enseña que nada vale más que el alma. Por lo tanto, nadie en este mundo, podrá demostrar jamás que supo administrar un capital mayor que ese. En los negocios se gana y se pierde. Descuidar el alma y perderla, es una inconmensurable insensatez. Sobre ese particular opinó el Señor Jesucristo ciando les preguntó a sus discípulos: ¿Mat 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

3) Tal como enseña Kiyosaki, puedes elegir entre gastar tu capital o invertirlo, para que produzca beneficios. También puedes gastar tu vida o invertirla a tasas sin precedentes porque cada alma vale tanto como la tuya y si ganas otras habras multiplidado el capital inicial a valores astronómicos. Puedes malgastar tu vida y consumirla o ser un ganador de almas, al que Dios mismo reconoce como sabio.
Pro 11:30 El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.

¿Qué padre te aconseja?; ¿En que inviertes tu vida o simplemente la malgastas?
Tu decides

Dios te bendiga

Daniel Tigani http://latam.msnusers.com/ProfesionalesyHombresdeNegociosCristianos/general.msnw?action=get_message&mview=0&ID_Message=636&LastModified=4675608785627425036